Ya hemos hablado en varias ocasiones de la costa del Maresme, cuya capital es Mataró y es quizás, una de las costas más acogedoras de Catalunya. El Maresme extiende sus costas en 50 kilómetros, desde Badalona, al sur, y el río Tordera (un poco antes de Blanes) al norte. En estos 50 km encontraremos una sucesión de segundas residencias, complejos hoteleros y complejos comerciales, pero también dinámicas localidades costeras que mantienen sus tradiciones a la orden del día.
El paisaje costero es algo monótono pero bello aunque su gracia viene de que cuenta con un microclima muy agradable que hace que sea posible disfrutar de sus joyas fuera de temporada. De hecho, fuera de temporada es el mejor momento en el que se puede visitar esta zona, lejos de las aglomeraciones, las prisas y el estrés que producen algunos lugares turísticos masificados.
Así pues comentemos algún que otro pueblo que visitar, por ejemplo, en algún puente de invierno. Podemos visitar, por ejemplo, Alella, que merece una visita por us viñedos, en los que se produce un excelente vino blanco a partir de diferentes cepas y también varios vinos tintos y rosados de diferente calidad. Podemos incluso visitar la cooperativa vinícola con sus grandes bóvedas con arcos parabólicos, obra del arquitecto modernista Jeroni Martorell.
En el Masnou, otra población del Maresme, se concentran sobre todo los aficionados a la vela. Es una de las localidades de veraneo más frecuentadas de toda la costa barcelonesa y quizás sea uno de los pueblos que más marcha tiene por la noche.
Por último, hablemos de Cabrils. Antes de llegar a Vilassar de Mar, Cabrils es un fiel ejemplo de los típicos pueblos de interior de Catalunya. No suele tener tantos turistas y presenta la opción de hacer senderismo por la montaña de Montcabrer. En una hora podemos llegar a la creu de Montcabrer, que domina el pueblo citado y tiene una hermosísima vista sobre el Montseny y Barcelona. En el paisaje también se alternarán viñedos y bosques umbríos que hacen que el paseo sea hermoso verano. Vale la pena alargar la excursión a la Cruz y al castillo de Burriac, situado en el término municipal de Cabrera de Mar, a parte de visitar la construcción medieval y los bosques de pinos y encinas, la vista de la costa del Maresme y del Barcelonés es excepcional, Montseny, Guilleries, Corredor y Montnegre.
En fin, nos quedan varios pueblos por descubrir, varias joyas que desenterrar. Estos tres pueblos que hemos comentado hoy tienen, la verdad, mucha diferencia entre una y otra, pero las tres juntas son quizás las que nos haga aproximarnos lo más cerca posible del carácter de la costa del Maresme, un lugar que descubrir.
Para alojaros y descubrir la Comarca os recomiendo que busquéis los hoteles en Calella, probablemente la localidad más turística de la zona, la que más alojamientos puede ofreceros y la más "animada".