Comer de forma clandestina en Barcelona
Nuestra ciudad se reformula día a día y momento a momento. La última moda en Barcelona es justamente ir a comer, o cenar, a restaurantes clandestinos. Se trata de restaurantes que han decorado toda su fachada como si fuera otro tipo de comercio.
En especial, destacan las tintorerías o las tiendas de bisutería, que una vez dentro descubres que es un restaurante normal como cualquier otro.
Este tipo de restaurante se está poniendo muy de moda en la zona del Eixample, y juega con el misterio y la emoción, o más bien el choque psicológico, de que tu acompañante te haga entrar en una droguería para cenar.
A parte, los propietarios también hacen diferentes cosas más, como por ejemplo, tomarte las huellas al salir, ya que debes traspasar este secreto a otra persona. Los locales no están indicados, así que la única forma de conocerlos es justamente el boca a boca que puedan hacer tus amigos o amigas.
Por tanto, a partir de ahora, cada vez que paséis por delante de la tintorería, vigilar muy mucho lo que se está cociendo dentro, porque quizá los propietarios han cambiado los hilos y las telas por los cuchillos y los tenedores.
190 nuevos pisos sostenibles en Barcelona
Sostenibilidad, uno de los objetivos que el Ajuntament se ha propuesto entre ceja y ceja de una temporada anterior a hoy día, poco a poco, pero sin pausa, la ciudad crece y conduce de forma firme hacía este objetivo último.
Esta semana se han estrenado 190 pisos sostenibles en el barrio del Bon Pastor, uno de los barrios con más personalidad propia de la ciudad, y que lleva en obras de hace mucho tiempo, ya que por él, pasa también gran parte de la nueva línea 9 y 10 de metro, además, de la mejora de las principales calles, como la de Sant Adrià.
Sea como fuera, la segunda fase de transformación del barrio está a punto de finalizarse, y los vecinos de los nuevos pisos, podrán ya estrenarlos en el próximo otoño, si no hay nada que se lo impida.
Este proyecto, busca la substitución de las llamadas “casas baratas”, viviendas muy pequeñas y mal construidas, destinados a la inmigración de Barcelona en los años 60 y 70, y que fueron núcleos de pobreza en el pasado.
Pero no se trata simplemente de la construcción de pisos, el plan, incluye en su programa la reforma urbanística de la zona, con parques infantiles, mejor iluminación y el soterrado de los cables de diversos tipos. Nada que envidiar al entorno de los mejores hoteles en Jerez, vaya.