El barrio de la Barceloneta fue construido en el siglo XVIII y es la unión de la tierra con la isla de Maians, que fue habilitada para que los desalojados del barrio de La Rivera -que fue destruida para la construcción, tres decenios antes, de la fortaleza donde hoy se ubica el parque de la Ciutadella- pudieran volver a vivir en casas. Si bien a primera vista parezca no tener misterio alguno, el barrio de la Barceloneta tiene un encanto especial.
Habitado hasta hace poco mayoritariamente por pescadores, todavía se puede ver alguna que otra casa de las construcciones originales. Estos edificios de dos plantas compiten con varios rascacielos que se han construido a lo largo de estos últimos años. En la Barceloneta, además, se puede visitar la iglesia de Sant Miquel del Port (San Miguel del puerto), que se encuentra en el centro del barrio y se edificó durante los mismos años en los que se construyó el barrio (1753 - 1755). Tras su remodelación en 1863, la iglesia consta de tres naves, dos cúpulas y una fachada de estilo barroco clasicista.
Otro sitio de interés para visitar podría ser el edificio de la Cooperativa La Fraternidad que construido el año 1918 tiene un estilo modernista. El mercado, remodelado hace dos años, también tiene interés turístico debido a sus atrevidas formas exteriores, si bien el interior mantiene la estructuración y la construcción del original de 1884.
También se sitúa en la Barceloneta el Museo Histórico de Catalunya que dividido en épocas, muestra una amplia exposición de la historia de este territorio. Pero quizás lo que más nos pueda interesar es la playa. La playa de la Barceloneta, una de las más conocidas –si no es la más conocida- de Barcelona acoge en sus arenas a la mayoría de bañistas de Barcelona. Es uno de los lugares más adecuados de Barcelona para tomar el sol o bañarse pues la playa ofrece todos los equipamientos necesarios para una agradable estancia.
En fin, la Barceloneta es un barrio que cumple perfectamente con el carácter de Barcelona. Con una tradición muy popular, sobre todo de pescadores, el barrio de la Barceloneta ha comenzado a modernizarse desde hace ya algún tiempo. Visitar sus calles nos puede reportar una agradable sensación por el carácter abierto de sus gentes y una amplia gama de edificios históricos. Para visitar este barrio debes coger la línea 4 del metro hasta la parada La Barceloneta.
En Barcelona la temporada de verano se abre oficialmente con la festividad de San Juan, el 23 de junio. Es el momento en el que la gente se echa a la calle a disfrutar de las vacaciones, los que las tengan, claro, y del buen tiempo. Bares, cafeterías y restaurantes reciben a los turistas, al igual que las playas de la ciudad.
Uno de los lugares que mejor se pone en verano es la zona de la Barceloneta. Un lugar ideal, fresco gracias a la cercanía de la playa, y tampoco muy lejos del famoso Barrio Gótico y del centro histórico. Por lo que si venís de vacaciones a Barcelona, pasar el día o la noche en el barrio de la Barceloneta puede ser una muy buena idea.
Veréis mucha gente por la zona en los meses de verano, tanto en sus playas como en los bares de las cercanías. Yo precisamente soy de los que me gusta disfrutar de la playa sentado en alguna de las terrazas de la Barceloneta.
Hay muchos bares y restaurantes para ello, como por ejemplo el Restaurante Filferro, situado en la Calle San Carlos. No es que sea la típica terraza para poder contemplar el mar, pero sentados en la plaza en la que se ubica podemos cenar a la caída de la tarde de maravilla. Además, al no estar junto a la playa del todo, no suele estar tan concurrido.
En el Puerto de Barcelona tenéis Foc Bar, con una terraza perfecta para ver el mar. La mayoría de la gente viene aquí por su gran selección de cócteles, que en verano causan furor. Además, también podéis pasar al interior y comer algo. Aprovechar vuestros hoteles en Barcelona para ir a este bar.
Dicen que uno de los mejores bares de tapas de Barcelona está en la Barceloneta. Hasta allí fuimos un día, y podemos asegurar que es cierto. Se trata del Bar Jai-ca, situado en la Calle Ginebra. Eso sí, un fin de semana de verano es bastante difícil encontrar mesa, ya que todo el mundo piensa algo muy parecido a lo que pienso yo sobre este lugar.
En el Carrer de la Princesa se halla Princesa 23, quizás un poco caro, pero altamente recomendable. Aquí tendréis una muy buena carta de vinos, cócteles y hasta menús para comer o cenar. Hay posibilidades de elegir tus propios ingredientes para el cóctel, y cómo no, la tradicional sangría veraniega.
Y por último os recomendamos uno de mis favoritos, la terraza del Bar Santa Marta, situado en el Carrer de Grau i Torras. Las vistas que se tienen desde aquí de la playa y el mar son estupendas para pasar la tarde, la noche y lo que queráis. Tomaros un café o bien pasar a la cerveza, pero no dudéis en sentaros aquí.