Que ver en Martorell

Que ver en Martorell

El puente del diablo y la iglesia románica, Martorell

Martorell es una de las ciudades más estratégicas de la provincia de Barcelona, pues se trata de la puerta de entrada al área metropolitana, lugar donde se unen y se bifurcan diversas infraestructuras valiosísimas para el sistema de transportes de Barcelona.

Pero como todos los pueblos de su alrededor, Martorell en la comarca del Baix Llobregat, posee una larga y rica historia, un interesantísimo paseo por sus calles.

En este municipio podremos ver su puente del diablo, puente que es principal símbolo de Martorell pese a que sólo la mitad oeste pertenece a la villa. La otra mitad es parte de Castellbisbal.

Se trata de un puente de origen romano, puente que formaba parte de la Vía Augusta. Se edificó alrededor del año 10 a.C. y fue el único puente de la valle baja del Llobregat hasta bien entrado el siglo XIV, lo que da una idea de la importancia estratégica que siempre ha tenido Martorell. Del puente romano se conserva aún el aparato de acolchado de estribos, hechos con grandes sillares donde podemos observar las inscripciones de las legiones que trabajaban en ella.

A causa de las diversas crecidas del río ha tenido que ser rehecho en diversas ocasiones.

Otro de los monumentos más interesantes de Martorell es la Iglesia de Santa Margarita, iglesia que se sitúa en un rincón que está habitado al menos desde el siglo IV. En época visigótica, entre los siglos V y VII se edificó una basílica paleocristiana, excavada de forma moderna. Es encima de esta antiquísima iglesia donde se construyó, a finales del siglo XII, la obra románica que ha llegado -en muy malas condiciones, todo hay que decirlo- hasta nuestros días.

Tiene planta rectangular con la nave y el presbiterio casi de la misma largura y sin ábside destacado. En la fachada veremos cómo se abre una pequeña ventana con un arco decorado. En el Museu de l´Enrajolada se conservan tres capiteles góticos provenientes de esta iglesia y es que el edificio fue afectado por el terremoto de 1448 y durante el siglo XVI fue abandonado. Desde 1967 se están haciendo diversas actuaciones arqueológicas.

Renfe enlazará las ciudades de Granollers y Martorell

A partir del próximo 26 de junio, el servicio de cercanías de Renfe dispondrá de una nueva línea: la R-8, que iniciará su recorrido en Martorell (en la comarca del Baix Llobregat) y lo finalizará en Granollers (capital del Vallès Oriental) sin pasar por la ciudad de Barcelona.

Según la información facilitada por el "conseller" de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, Lluís Recoder, inicialmente la frecuencia de paso será de un tren por hora y sentido. La flamante línea tendrá parada en las estaciones de Martorell, Castellbisbal, Sant Cugat del Vallès, Rubí, Cerdanyola Universitat, Mollet-Sant Fost, Montmeló y Granollers Centre.

En cualquier caso, este nuevo servicio ferroviario constituirá un buen aliado para visitar las inmediaciones de Barcelona de una forma mucho más ágil y rápida.

Entre éstas, destaca por derecho propio la localidad de Martorell, población que en el año 2010 contaba con 26.815 habitantes. Sita en la confluencia entre los ríos Anoia y Llobregat, constituye un importante núcleo comercial que, a su vez, atesora un rico pasado histórico y un notable casco antiguo que, sin duda, sorprenderá gratamente al visitante.

Su atracción más remarcable es el imponente Pont del Diable (en la imagen). De origen romano, fue reconstruido durante la Edad Media y en fechas más recientes. En 1931, fue declarado Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional. Asimismo, Martorell también cuenta con la imprescindible torre de Santa Llúcia o dels Crossos, que dispone de un bello patio renacentista.

Otros lugares dignos de ser admirados son Sant Genís de Rocafort, vestigio de un templo románico con una torre y un lienzo de muralla; la capilla románica del antiguo hospital de Sant Joan, del siglo XIII; la torre de les Hores, erigida en el siglo XVII sobre el viejo perímetro amurallado, y la Casa de la Vila (siglo XVI).

Finalmente, tampoco pueden dejar de visitarse el Museo Santacana. Fundado por Francesc Santacana (1810-1869), es uno de los más antiguos de Cataluña y posee una importante colección de platos y baldosas. Lo mismo ocurre con el Museo Municipal Vicenç Ros, en el que se puede disfrutar de una importante colección de cerámica decorada.

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