Sagàs, magníficos paisajes del Berguedà
A punto de estrenar el verano, son muchos quienes apuestan por las playas de Barcelona para combatir el calor y, de paso, pasar unos días de asueto en la capital catalana.
No obstante, en el otro extremo se sitúan aquellos que prefieren huir de la muchedumbre y refugiarse en la naturaleza, aunque sin alejarse demasiado de la Ciudad Condal. Una buena sugerencia para quienes opten por esta alternativa es acercarse hasta la comarca barcelonesa del Berguedà, donde aguarda un destino que aúna románico y magníficos monumentos: la encantadora población de Sagàs.
Este municipio se despliega entre la riera de Pontarró y la de Merlès. Se trata de un pequeño núcleo que se formó alrededor de su iglesia parroquial, pero que se ha desarrollado junto a la carretera de Berga.
Sin duda, su edificio más emblemático es la iglesia de Sant Andreu, de factura románica y erigida en la primera mitad del siglo XII. Restaurada en tiempos recientes, consta de tres naves separadas por arcadas y un ábside central ricamente decorado. De su interior, destaca un frontal del altar también románico, que se conserva en el Museo Episcopal de Vic.
A su vez, tampoco hay que perderse la hermosa capilla de Santa Margarida. Tanto ésta como la iglesia ya mencionada fueron declaradas Monumento Histórico Artístico en 1982.
Ya en las inmediaciones, hay que prestar atención al santuario de la Mare de Déu de la Guàrdia, una construcción del siglo XVIII que se eleva sobre edificaciones aún más antiguas. Dentro del complejo puede admirarse una talla de madera policromada de los siglos XIII o XIV, en la que se representa a la Virgen.
Finalmente, también conviene detenerse en la ermita de Sant Martí de Biure, de una sola nave y provista de una bóveda de medio punto.
Y por supuesto, no hay que olvidar que vale la pena disfrutar de algunas masías tradicionales, como la de Gamissans, Vilardaga (1560), Gonfaus y la Batllia (siglo XVIII).