La ciudad de Terrassa está situada en la provincia de Barcelona a 277 metros de altitud. Terrassa está más concretamente en el Vallés Occidental que se extiende a lo largo del monte de Sant Llorenc de Munt. Cerca de las aguas de los ríos Ripoll y Arenes.
El emplazamiento definitivo del lugar data de la Edad Media aunque se remonta hasta la época Ibérica. Actualmente podemos descubrir más sobre su historia visitando el Museo Textil de Terrassa. En la Edad Media, como decimos, fue cuando se constituyó la ciudad como núcleo urbano cuando la población comenzó a estructurar sus viviendas alrededor del castillo.
Un hecho que dota al lugar de una estructura concéntrica. Bien entrado el Siglo XX, la ciudad comenzaría su expansión tanto geográfica como demográfica. La ciudad es esencialmente un potente núcleo industrial que goza de una alta vida empresarial, un hecho destacable en un momento de crisis económica como el actual.
Estos datos económicos son importantes para describir el conjunto social de la ciudad, sin embargo, en cuanto a fuente de cultura, el visitante no debe perder la oportunidad de acercarse hasta el lugar para conocer de cerca las iglesias de Santa María, San Miguel y San Pedro. una de las cosas que ver en Terrassa. En la de Santa María los expertos vislumbran restos de construcciones anteriores a la invasión árabe a las que pertenece el mosaico que precede a la iglesia de hoy que fue construida en el siglo XIX.
Destacan sobremanera los retablos de su interior: el de San Senén que pertenece a Jaume Huguet. Por otro lado, San Abdón que pertenece al mismo autor. El de San Miguel atribuido a Gabriel Talarn. La iglesia de San Miguel fue un baptisterio, al menos, eso deducen los historiadores. Ya que tiene planta cuadrada y 9 compartimentos en los que destaca la solemnidad de las columnas.
Ahora que llegan las vacaciones puede ser un buen momento para acercarse a este núcleo industrial que tiene un significado especial en un momento de crisis económica. Pero además, el turista también puede aprovechar para disfrutar del arte del lugar y sumergirse en su pasado.
Actividades que hacer y ver en Terrassa
El fin de semana del 3 al 4 de mayo Terrassa retrocedió en el tiempo para retornar a la época modernista, la época más esplendorosa de la ciudad. Paradas, artesanos y actividades para los visitantes, llenaron las calles del casco antiguo.
El objetivo de los organizadores fue acercar el patrimonio modernista de la ciudad a los visitantes. Por este motivo la Casa Alegre de Sagrera, el Gran Casino y la Casa Bosch abrieron las puertas. Una feria de ciudades modernistas en el Raval de Montserrat dieron a conocer otras poblaciones catalanas con este tipo de patrimonio.
La Masia Freixa y su entorno, el Parque de San Jorge, fueron el punto central de la feria. Mientras el interior del edificio acogía una exposición sobre joyas de inspiración modernista y otra sobre cestería popular catalana, en el exterior se instalaron puestos de venta de productos naturales.
La feria también sirvió para descubrir cómo trabajaban los artesanos de la época. Así, entre las paradas, se podía observar cómo trabajaban los herradores de caballos, luthiers, zuecos, ceramistas, afiladores, canteros, vidrieros, toneleros, sombrereros...
Visitar el Museo Textil de Terrassa
Uno de los museos más importantes de la comarca barcelonesa del Vallès Occidental es el Museo Textil que ver en Terrassa, quizás uno de los museos más importantes de toda la provincia pues hace referencia a un pasado no tan lejano donde la principal industria catalana era la textil.
En el museo se conservan más de 20.000 objetos que representan la historia textil de todo el mundo, empezando por el siglo I hasta el día de hoy. Podemos ver los tejidos preindustriales del área mediterránea, como los andalusíes, los góticos, renacentistas y barrocas y también los industriales (sobre todo del siglo XIX y XX con un muestrario de las industriar textiles del Vallès y de Cataluña. Se pueden ver también tejidos de China, India y la América precolombina; bordados, estampados, indumentaria que va del siglo XVIII hasta el XX, además de ropa litúrgica y complementos de los últimos cien años.
El museo se completa también con un notable fondo de diseños originales del siglo XX y puestas en carta para telar del tipo Jacquard. Merecen mención especial la colección del patrimonio Modernista, una recopilación única que reúne obras maestras de diseñadores, artistas y empresas catalanas de finales del XIX y principios del XX.
Toda esta colección de objetos son el eje principal alrededor del cual se organiza el museo y la fundación que lo lleva. Es imposible enseñar o contemplar la gran e inmersa riqueza de los fondos del museo, además de que la vulnerabilidad del material textil hace que los periodos de exposición sean más bien cortos.
Por ello, el Centro o Museo no ofrece salas permanentes sino un programa de exposiciones temporales que están en constante renovación. En función de cada una de las muestras, las piezas que formarán parte del muestrario son estudiadas y restauradas.
Normalmente, las muestras son de producción propia y sueles tener una duración entre 1 a 3 años, donde se intercalan, a veces, producciones itinerantes o intercambios procedentes de otros museos y entidades. Por la importancia que merece, el Modernismo suele tener importancia especial en las exposiciones que se ofrecen o hacen.
Así pues, si eres un interesado de la moda, la ropa o la historia del vestir, la visita a Barcelona puede quedar completada con un vistazo a este museo de Terrassa, a apenas 40 minutos en tren de Barcelona.