Una de las edificaciones y monumentos más conocidos de la Gran Vía barcelonesa es la Universidad. Actual sede central de la Universitat de Barcelona (UB) durante los últimos meses ha sido uno de los sedes centrales de la lucha estudiantil contra el Plan de Bolonia.
De hecho esta universidad tiene una historia muy particular. Abierta y cerrada innumerables veces, quizás el primer gran hecho que le ocurrió fue que tras la derrota catalana ante la dinastía borbónica durante la Guerra de Sucesión, la universidad fue clausurada. También fueron cerrados los estudios generales situados en las Ramblas.
No habrá nada parecido hasta que en 1842 la Universidad de Cervera se trasladase al antiguo convento de las carmelitas en la calle del Carme. Posteriormente se tomaría la decisión de establecer una sede definitiva para lo que sería la Universitat de Barcelona y se encargó a Elies Rogen el diseño y la construcción.
La universidad de Barcelona tiene orígenes medievales y como tal, el arquitecto Elies Rogen decidió volver la mirada al siglo XIII. Su inspiración se materializó en un edificio neorrománico articulado en torno a tres cuerpos simétricos, en dos de los cuales, los laterales, se abren sendos claustros y en el central se instalan el paraninfo, el rectorado, la biblioteca, el aula magna y la capilla.
Los claustros que comentábamos son encantadora y sorprendentemente monacales, y junto con los jardines forman un conjunto delicioso de árboles y juegos de agua donde perder la noción del tiempo (sobre todo en momentos que están fuera del horario estudiantil) es muy fácil. Hasta 1958, cuando se inauguró el campus de Pedralbes, fue la única Universidad de la ciudad junto con la facultad de Medicina.
En fin, la Universidad, situada en la plaza que lleva el mismo nombre, es un edificio para la reflexión y la mirada. No es de extrañar pues, que muchas de las luchas estudiantiles que han surgido en Barcelona, hayan surgido dentro de sus paredes pues, la verdad es que, es un lugar que invita a la reflexión, diálogo y debate.
Así pues, la Universidad es un edifico digno de conocer, dar un paseo por los claustros y sentarse a ver pasar tanto a los estudiantes como el tiempo es un pasatiempos que, si uno quiere huir del ajetreo y del estrés de la vida diaria recomiendo a cualquiera.